Una de las averías más comunes en las puertas automáticas de garaje es que abran correctamente, pero no se cierren. Este problema puede ser frustrante y hasta poner en riesgo la seguridad de tu hogar o negocio. Afortunadamente, muchas veces se trata de un fallo sencillo que puedes revisar por ti mismo.
1. Revisa los sensores de seguridad
Las puertas automáticas cuentan con sensores (fotocélulas) que detectan si hay un objeto o persona en el paso. Si estos sensores están:
- Sucios: Límpialos con un paño seco y sin rayar.
- Desalineados: Asegúrate de que ambos sensores se apunten entre sí correctamente.
- Obstruidos: Retira cualquier objeto (hojas, juguetes, herramientas) que esté en su línea de visión.
Si los sensores detectan una obstrucción, la puerta se bloqueará por seguridad.
2. Control remoto o pulsador defectuoso
Si solo tienes problemas al cerrar desde el mando, pero la apertura funciona, puede que el pulsador o el botón de cierre estén fallando. Prueba con otro mando, o acciona desde el panel interior si lo tienes.
3. Límites de recorrido mal configurados
Los motores de puertas automáticas tienen topes de recorrido que indican cuándo deben detenerse al abrir o cerrar. Si el límite de cierre se ha desplazado o reconfigurado, la puerta podría no cerrar del todo o detenerse antes de tiempo. Consulta el manual de tu motor para ajustar los topes correctamente.
4. Obstrucciones físicas o guías mal lubricadas
Verifica que la puerta no se frene por fricción o residuos en las guías. Una puerta que se atasca puede activar el sistema de seguridad y evitar el cierre. Lubrica rieles y bisagras, y limpia bien la zona de paso.
5. Fallo en la placa de control o la fotocélula
Si todo parece estar en orden y aún así no cierra, podría haber un fallo electrónico en la placa base o una fotocélula defectuosa. En este caso, es recomendable contactar a un técnico especializado para evitar daños mayores.
Una puerta de garaje que no cierra puede ser resultado de sensores mal alineados, controles defectuosos, ajustes erróneos o incluso un fallo mecánico. Revisar estos puntos puede ayudarte a solucionar el problema sin necesidad de asistencia técnica inmediata. Y si persiste, recuerda que contar con un profesional garantiza una reparación segura y efectiva.
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